lunes, 20 de agosto de 2007

cansancio...

No tiene sentido lo que decís. Lo que se quiere se puede. Fijate en mí. ¿Cómo estoy?, ¿acaso me ves casado aun, con mi esposa y tres hijos?. No, estoy aca con vos y tres hijos, esperando que puedas, o que te decidas a poder. // Esperas que sea muy fácil. Crees que es muy fácil y no te das cuenta. No es tan simple. No es tan falto de sentimiento lo mío. Es una vuelta a existir en el mundo, es un reaparecer a esta forma de vida tan extraña. // Algunos se alegraran. Yo, vos. Los dos vamos a estar bien juntos. ¿o no? // Si. Supongo que sí. Espero que sí. Quiero que sí. Deseo que sí. // La última noche de risos rubios. La última noche. No más. ///

/// No puedo. No puedo hacerlo. No puedo mentirte más. No puedo. No quiero. Lo que quiero es no poder. Pero lo que no puedo es no querer. Así que debo hacerlo y debo decirlo así. // Si tan decida estas, decilo. Pero no dudes más, dame la mano, dámela. // No quiero. Pretendo serlo, pero no lo soy más. Comprendelo. No soy feliz. Intente serlo, pero se acabo, ya esta. La felicidad se fue después de aquel día. ¿Te acordás? Que bien que lo pasamos juntas. Que lindos momentos. Cuanto daría por volver ese momento atrás y sentir todo eso nuevamente, vivirlo nuevamente. Juntas, en ese kugar emoto del planeta. Invisibles a muchos, invencibles a todos. Tan simple, tan complejo al mismo tiempo. Tan tranquilo, tan dulce, suave. // Dame tu mano. // (…) [su mano se posa en la enrulada cabellereda dorada] // Perdoname. No se porqué pasó. Perdoname. No tendría. Yo te amo. // [se le acerca para darle un beso y la otra le da vuelta la cara] // Es verdad. No soy feliz. Tenés razón es mejor así.

esas personas... Inexistente mundo violeta...


Son las personas más cercanas las que nos generan más dolor. Son las personas que menos te imaginás las que te generan mayor satisfacción. Son las personas que más te hacen reír, las que más te hacen llorar. Las personas que están más con vos, las que te dejan más sola. Las personas que duplican tu sueño y tu cansancio - Son las personas que te conocen, esas que te conocen de pies a cabeza. Que con un solo mirar ya lo saben todo. Que con un solo entrecerrar los ojos ya saben que te duele, que sentís, que sufrís. - Todavía, es el día de hoy, que no entiendo. En realidad sí entiendo, pero no comprendo. Bah, en realidad no quiero comprender. Me resulta más fácil pensar que la comprensión no es lo mío. - ¿cómo pudo hacerlo?¿por qué a mí?¿Tan mala fui? - (...) - Quiero que lo sepa y no hablo. Me duele el alma, le estoy mintiendo su mundo. Me estoy mintiendo el mío. Todas las noches me acuesto y acaricio sus cabellos dorados y pienso “es la última vez”. Y al otro día lo mismo.

jueves, 16 de agosto de 2007

recuerdos... pasados...


Y talvez tengas razón. Y esta vez lo diga más que como una tonta ironía o sarcasmo. Lo digo de verdad diciéndolo desde mi orgullo mas doloroso. Talvez no entiendo. Talvez soy demasiado chica para comprender todavía estas cosas… demasiado cabeza dura para entender, demasiado demasiado debo ser. Pero desde lo más profundo de mi orgullo digo que quiero entender y que no es invento lo que digo. De verdad las intenciones están. Pero a veces las palabras se me enredan en las mismas letras y mi cabeza las lee des-sentidadas.



open the door

- open the door! - la escuchas y no la entendes. - open it - querés entenderla pero no lo logras. - please, I need to see you - sentís en su voz su desesperación. Entendes lo que quiere, entendes que te pide. Pero qué? Abrís la puerta y del otro lado ella. Te mira con ojos desorbitados, desesperada, ansiosa. Pide respuestas. La haces entrar.
- where is he?, I can’t find him, I don't know where he is, help me, please.- no entendés.
La miras a los ojos y ves que de ellos las lagrimas retenidas desde hace tiempo comienzan a caer. Ella llora. No comprendes exactamente que es lo que quiere, por qué esta así, a quién busca, o qué busca; pero sabes que vos sos el único que la puede ayudar. La abrazas. La tenés entre tus brazos. No se dicen nada, se sienten. No se miran, se entienden. No oís sus sollozos mudos, solo el latido de su corazón. La tomás de los hombros y la miras a los ojos nuevamente, y comprendés. De tanto entenderla, comprendés. Abrís la puerta y allí está esperándola. Como lo había prometido. La cerrás. Se oye un sollozo. Sabés que no es de ella. Tampoco de él...

sábado, 11 de agosto de 2007

Ojos verde azulados

Los años habían pasado. Ya casi ni miraba con los ojos, solo miraba con los años de experiencia. Apenas un retoño, un soplo de vida era, un trozo de sueño, un canto de pájaro. Tan efímero, tan débil, frágil y pequeña. Casi había desaparecido bajo el velo rosado que le cubría. Sus pequeños pies caminaban descalzos por la playa. Dolían los pies, ardían, quemaban.
Lo merecía. Eso era lo que merecía por todo lo que había hecho. Era todo lo que había provocado. Esas muertes sin nombre, esas heridas sin cura, esas injusticias. Lo merecía, la muchacha de ojos verdes merecía ese dolor. Ese dolor era lo único que podía poseer. Era a lo único a lo que no dañaba al poseer o al poseerla.
Caminaba observando el horizonte y penetrando en él lentamente. Caminaba sintiendo cada punzada de dolor como única en el mundo, añorando la siguiente, sufriendo las pasadas y disfrutando las presentes.
Por que creía que lo tenía merecido luego de tantos amores furtivos, luego de tantos llantos insulsos, luego de tantos dolores estúpidos. Todo provocado por los ojos verdes que ella tenía. Todo, por esos malditos, extraños y exóticos hermosos ojos verdes que ella llevaba.
Enamoraba. Enloquecía. Adormecía. Perdía a todo quien la mirara, solo quedaba en sí la maravillosa sensación de sentirse única, hermosa, exótica, maldita y extraña. Le gustaba, le atría de ella misma esos maravillosos ojos verdes.
Hasta que llego aquella de los labios de miel. Dulce. Pícara. Enamoradiza. Eran tan parecidas que comenzó a odiarla y ese odio fue su perdición. Ese odio le provocó el único amor que tuvo en su vida. El único que perdió.

never more

(...)
Desde pequeño a uno le enseñan a dar explicaciones. Qué, cuándo, dónde, por qué. Por qué para mi siempre fue la más difícil. Fue la sin respuesta en varias pasadas. En varios momentos de mi el por qué era un tema que rondaba mi cabeza. Justificaciones. Aprendí a justificarme. No más. Ya esta. Llego el momento en donde las cosas son lo que son por que son así. Sin mas ni menos, sin menos que lo callado, sin más que lo hablado. Justificaciones que sólo sirven para que mi cabeza llena de dudas se crea satisfecha.
No más justificaciones.
No quiero llegar a sentarme a esperar que las cosas pasen, a esperar que me den una explicación, no hay una foto que sacar. Ya no más. No hay más que esperar… no sea que se me pase el momento de darlas y yo no me de cuenta de tan metida en justificaciones innecesarias…
(...)

martes, 7 de agosto de 2007

juego de mesa...

Como si todo en cuestión de minutos me desafiara a ponerse en mi contra. Unas cuantas hojas color café adornan mi ventana, hojas de la locura de mi estudio, mi fingido estudio al cual no me puedo concentrar por esas interminables horas de alteración in-entendible. Es la realidad, no entiendo nada, ni lo de acá, ni lo allá y no voy a escribir para pedir explicación por que tampoco se si quiero entender. Soy el te de los tres.
Esa canción. Finalmente entiendo el dolor de aquella en mi alma. Tan inconsciente, tan sin vida, tan efímero. Lo perfecto dura poco. Siempre hay algo que mata el amor. Y si debe pasar a la primera en pasarle es a mí. No hay razón para que así no sea.
Y es como levantarme en la opresión, jugándome la mesa entera por aquel que no sabe lo que vale y ahí es como certera y horriblemente me clava el puñal por la espalda y termino asesinada por dos lados. Dolida, mutilada por dentro y por fuera. Adentro de un placard, el único lugar en donde estoy, estuve y estaré protegida. No lloro por vos, lloro por mi, no tenés nada que ver, no te sientas tan especial como para sentirte parte de ello. No, no sos vos la causa de la lágrima. La causa de ella soy yo, son las personas que me forman como persona misma. Si te consideras una, es que estoy equivocada.
Olvidate que en algún momento de mi vida te vaya mostrar esto. Olvidátelo, nunca lo vas saber por que soy demasiado orgullosa para demostrarme tan caída, mostrar tan desgarrado corazón. Nunca lloré por nadie mas que por los demás y de pronto un ser así me provoca lágrimas.
Olvidate que existo bajo estos mantos llenos de besos llenos de nada, olvidate de mí. Me olvido de mí por un instante y me percato de lo difícil que es subsistir en mi mundo. Tal fue la perfección del todo que me hace imaginar y saber con mayor exactitud que nada puede ser perfecto en este mundo. Nada. Lloro con lágrimas calladas mientras pretendo estudiar y escuchar una música que pretende ser mía. No entiendo, por que hoy releía relatos cortos cuando me sentí feliz y ahora odio haberlos leído por que ya no entiendo que es lo que pasa. No entiendo por que no me dejas entender.
Por que empezaste así, empezó así la cosa y yo estoy parada siendo la tercera de tres personas que intentan formar algo. Soy tan imperceptible en mi caso. Es apenas una luz en el mundo, una de las tantas luces terceras. Es apenas un débil titilar que amaga apagarse, eso espero apagarme, haber existido para poder decir que me apago.
Un llamado por teléfono, fue la perdición de aquella noche de verano.

lunes, 6 de agosto de 2007

soledad...

(...)
Vivo de los demás no por mi misma, y mi vida tiende de este hilo que es el escribir sin sentido, escuchando canciones tristes en francés para tardar más en entender lo dolorosas, verdaderas y punzantes que son. Comiendo una manzana dulce para aliviar el frío de las animas solitarias como la mías. Comiendo para sentir que estoy viva aun bajo esta capa de polvo fino apenas alguna vez lustrado.
Por que me siento tan muerta, tan sin vida, tan invisible, tan inerte en este mundo amarillo lleno de gente que no quiero ver, que no quiero volver a ver por que me hace mal. Pero son esas mismas personas que sueño encontrar en esas noches solitarias, porque sé que estando con ellas mi dolor se disimulaba en sus brazos fuertes, en sus caricias dulces, en sus sonrisas vagas, en sus besos tiernos tan llenos de nada.

(...)

rutinario despertar...

Cual rutina se levanta, trabaja, almuerza, estudia, camina y toma el colectivo a su casa. Cual rutina se descalza, desnuda, baña, cena y se toma una pastilla para dormir. Dice que es por el estrés, por el trabajo diario. Pero en su interior sabe que el no dormir es el resultado de una serie de charlas solitarias desveladoras. Odia sus voces de personas invisibles. Odia tener que depender de ese comprimido diario que le permite seguir la perfección de su rutina solitaria. Se esconde detrás de esa droga de sueños que le permite dormir sin pensar que sería el vivir feliz. Feliz, sin esconderse detrás de la coraza de igualdades rutinarias, de falsas sonrisas, de independencia fingida, de felicidad aparente. Por que la verdad permite conocer la debilidad. Y la debilidad admite que a uno lo dañen, el sufrimiento, el llanto.
Su torpeza habitual fue la que rompió con la tradicional repetición. Choco con él y el mundo se paró. Fue un momento en donde todo lo que había evitado en una vida en un segundo se desmoronó. Junto todo sin siquiera poder mirarlo a los ojos. La tomo de la barbilla y le hizo levantar la vista, la obligo a hacerlo. Y después de mucho tiempo volvió a sentir la sonrisa. La ayudo a levantarse dándole una mano y ella por primera vez sintió un cosquilleo que le recorrió el cuerpo.

primeras veces...

Y sus lágrimas caen. En silencio, en la oscuridad de una noche cálida de verano. Nadie la ve, nadie la escucha, nadie la siente. Pero ella esta bien así, ella necesita ser así. Necesita ser fuerte, dura, solitaria. De eso depende su subsistir. De eso depende su dolor, su llanto, su risa, su canto, su actuación. Su caparazón de silencios debe estar dañado, alguien la sintió y por primera vez una mano se apoyo en su hombro.

domingo, 5 de agosto de 2007

mirame soñar....


Por que mis palabras son meras aguas sin lugar donde descanzar...
son un rio sin mar... sólo desenbocaran en aquellos que se dignen a escuchar... ¿queres?... es tu posibilidad... ¿u otra vez me vas a perder? mirame soñar, soñar.

Te pienso, te sueño, te siento, aqui a mi lado y al sentir siento que sueño que pienso, y que no hay mas palabras q las dichas, ni más que las calladas.




¿qué es escribir?

Escucho las letras en el fondo de mi corazón. Las siento, no las escucho… ¿qué es escribir? Escribir es el mero hecho de sentir las palabras. Escribir es hacer lo que haces pero de una manera mas sencilla de lo que parece. Escribir es comenzar a tirar de aquel cordel que tenés frente a tus ojos. Tirar de él y desarmar el ovillo. Es expresarse por meras metáforas.
Me han dicho un día, un día que admito, no es lejano, que la escritura “es el explicar, es el aclarar aquellos puntos que nadie entiende, es buscarle la explicación a aquello que uno tiene adentro de si mismo. Es encontrar una razón para lo que le esta pasando”
¿Pero acaso la escritura alguna vez aclaro? No, ella es la que te genera el pensamiento. Es la que te obliga a ir un poco más allá de los sonidos. Por que cuando uno escribe siente lo que pasa por sus dedos. Es lo más punzante que pasó por mí. Es lo más doloroso, lo más feliz y lo más preciado de mí ser.
A partir de este momento no termino de comprender para que escribo. A partir de ahora es cuando digo, la escritura, sea lo que sea para quien sea, lo único que sé es que no esta preparada para aclarar lo que pasa por mi cabeza. No, ella es otro medio de expresión. El más exacto y complicado que existe. Un medio, una manera de ver las cosas que sólo logran entender algunos pocos capaces de leer entre líneas. Por que la escritura, o al menos, mi escritura, no son las palabras mismas. Sino que es lo que hay entre ellas escrito. Es comenzar a desenrollar ese ovillo y comenzar a enredarlo.

viernes, 3 de agosto de 2007

happy ending


Hacia mucho que no me sentaba aquí con las increíbles ganas de escribir una historia con final feliz. O al menos con un comienzo que así lo sea. Una comedia en donde la risa inunde las almas y los sueños hagan despertar a los desprevenidos seres naranjas.
Camino diez pasos y me arrepiento en el tercero. Por que temo ser herida bajo la daga del infierno. Pero si uno analiza mi situación diría que el edén tampoco es mi lugar. Sino este mundo turquesa de cielos oscuros con cantos de pájaros dorados que piden a gritos ser liberados. Me siento uno de ellos, encerrada en una jaula de oro y plata, bajo el cuidado de aquel ente extraño que camina encorvado, mirando la vida pasada frente a sus ojos como algo ajeno a él.
Y no sé si me cuida o es sólo me sensación de querer ser amada. No sé qué es, pero me juego a tirarme a esa pileta rebalsada de elusiones rotas con flores de nácar. Ilusionada, feliz, insulsamente sana. Tranquila, dormida, ajeada, lookeada para parecer más de lo que soy. La felicidad es algo aparente en la vida de la gente. Algo que vive fingiendo ser, para recordar lo que quiere olvidar. Por que de aquello que se vive es de aquello que se recuerda, no es eso que se olvida en un cajón por la tarde, sino que es aquello que tiene mas de la mitad de los sueños cumplidos.
Pero si así fuese todo sería tan simple, que sería aburrido pensarlo así. Por lo que pretendo ser la felicidad sin ninguna idea de azar. Pretendo ser un ente sin piernas que vaga flotando en un mundo transparente lleno de nada, con tanta vegetación que pareciese amor. La verdad que no pretendo nada más que ser feliz. Y a veces pareciera que me ilusiona sin forma, pero a veces pareciese que no, que podría ser, que debo confiar, que debo querer, que debo. Que quiero que quiero quiero quiero. Pero temo al temer no ser correspondida. Pero temo, tanto mas de lo que quiero que callo y siento, punzante, lastimoso, ladrido de perro, que me dice que no debo, que no debe ser así que me debo permitir ser quien soy, cuando sea donde quiera por que quiero.