jueves, 6 de septiembre de 2007

sometimes...


A veces uno se sienta a pensar en lo que hizo mal. Esos días son los que uno pregunta por qué. Y busca la respuesta a aquel por qué hasta abajo de la cama. Y así aparece aquella respuesta que puedo asegurar, y con mucha más certeza de lo que están pensando, que no es la esperada. Aunque hubiéramos asegurado cinco minutos atrás, que preferiamos tener aquella mala jugada, a estar navegando sin ninguna meta.
Ella buscaba ese por qué. Ella buscaba el por cuando. Donde levantarse, donde ir, donde partir, por qué vivir. Si era feliz.
La inseguridad nos ata de piernas y cabeza a aquello que conocemos, a aquello que sentimos nuestro. Nos atamos a la silla que nos predice que podemos estar seguros. Esa silla de presos de nada, de presos de nosotros mismos. Aprender a soltarse a tiempo. Por que sino nos soltamos nos seguimos manteniendo en la nada, estamos en el lugar que la silla nos llevo. Me até. Estoy atada buscando un por qué, ese por qué, que no tengo ya intenciones de encontrar. Por que si lo encontrase dejaría de ser un misterio. Y los misterios, los misterios mis queridos lectores, son lo que alimenta a nuestras mentes.

No hay comentarios: